Tanto si ha hecho un viaje a España o si nunca ha estado en la Península Ibérica, seguro que habrá oído hablar de las tapas españolas. En muchos establecimientos italianos se ha despoblado la moda de este plato típico español, que no difiere mucho de la idea de aperitivo, pero que se elabora de forma completamente distinta.
¿Qué son las tapas?
Las tapas son un plato típico español. Tienen su origen en el sur de España, concretamente en Granada, y son especialmente populares en la bella Andalucía. Son una auténtica institución.
Para aquellos de ustedes que, tarde o temprano, van a visitar Sevilla, Córdoba, Tarifa (espectacular) o cualquier otra bella ciudad andaluza, no olvide hacer una ruta de tapas. Los españoles lo llaman ‘ir a tapear» o también «ir de tapas» y es todo un ritual; van de bar de tapas en bar de tapas entre una copa de vino (en teoría empiezan con una copa de Jerez) y una pequeña ración de comida. Aquí, estas pequeñas porciones son lo que se denominan, precisamente, tapas españolas. Platos sabrosos que dan ganas de beber más.
La historia de las tapas
Las tapas son tradición y, como todas las tradiciones, tienen una historia, o mejor dicho, varias historias. En primer lugar, «tapear» significa cubrir. ¿Qué tienen que ver las tapas españolas con la necesidad de tapar algo? Se lo explicaré enseguida.
A menudo, varias historias están relacionadas con una misma tradición. En el caso de las tapas, la más conocida y que se cree válida se refiere a un viaje a Andalucía del rey Alfonso XIII. Se detuvo en un bar y pidió una copa de jerez. El camarero, para evitar que entraran insectos en el vaso, lo cubrió con una loncha de jamón. El rey, habiendo terminado su vino y su jamón, pidió otro vaso de vino con otra tapa. Con esta petición del rey, nacieron las tapas.
Diferentes tipos de ir de tapas en Granada
Todavía recuerdo aquel bar de tapas de Granada al que entré durante mi itinerario por el sur de España hace unos 10 años. No estaba lejos de la Catedral, si no me equivoco.
Eran más de las nueve, el pequeño bar estaba lleno de gente que se agolpaba en el mostrador. No recuerdo cómo llegué a este bar en particular, tal vez fue una sugerencia de Lonely Planet, de cualquier manera fue una buena experiencia. En este caso la tapa era un acompañamiento gratuito de la copa, cuantas más rondas se hacían, mejor calidad adquiría la tapa con cada ronda.
Tengo que ser sincero, después de unas cuantas copas, la tapa mejora por definición y por fuerza mayor.
¿Tapas, tapas o medias tapas?
Las tapas suelen ser la versión mignon de los platos clásicos españoles/andaluces. Por eso, cuando esté en un bar de tapas, es posible que en el menú encuentre la mención «ración/media ración/tapa». Esto significa que también puede pedir ese plato como plato completo y no sólo una porción muy pequeña.
Lo normal es que la tapa sea gratis, como me pasó en Granada; de hecho, dada la moda de las tapas, en muchas ocasiones puedes elegirla de la carta y cada una tiene su precio.
¿Cuáles son los más comunes?
Una tapa es una porción de comida relativamente sencilla. Con el tiempo, se han ido sofisticando; algunos platos españoles se han llegado a preparar como tapas. Entre los más tradicionales puedes encontrar:
- La clásica tortilla de patatas
- Patatas bravas o a veces patatas ali oli

- El fantástico jamón serrano
- Quesos varios y aceitunas
- Croquetas de patatas y jamón
- La morcilla
- Chorizo
De Andalucía al resto de España
Esta tradición española se extendió como costumbre también al resto de España, adoptando diversas formas y nombres. De hecho, si vas al norte de España a ciudades como Santader en Cantabria no encontrarás tapas, sino pinchos.
¿La diferencia con los pinchos?
Tapas o pinchos, ¿son lo mismo? Si le preguntaras a un habitante de Cantabria creo que la respuesta sería no. Por otra parte, el parroquialismo no tiene la culpa y los italianos, gastronómicamente hablando, sabemos un par de cosas sobre el parroquialismo.
Digamos que no son exactamente lo mismo. Los pinchos se «pinchan» con un palillo y casi siempre la base es un trozo de pan.
¿Son tan evidentes las diferencias que tapas y pinchos se consideran extremadamente distintos? En realidad no, el concepto es siempre el mismo: tomar una copa de vino en compañía, compartir (compartir) algo de comida con otros comensales y pasar un rato desenfadado como bien sugiere nuestra cultura latina.